Alonso Quijano y Beatriz. El universalismo eterno de Unamuno en la obra de Rafael Sánchez-Mazas

Subject Area

Spanish Peninsular Studies

Abstract

Si bien Unamuno predijo en Contra esto y aquello (1912) los tiempos evolutivos del movimiento vástago de Darío en la península, el binomio de eternismo y modernismo planteado por el filósofo no es antitético y confluye, de hecho, en la producción poética y novelística de Rafael Sánchez Mazas (1894-1966). Epítome de una deriva eternista desde de sus más tempranas producciones (Pequeñas memorias de Tarín, 1915) hasta los últimos coletazos del Modernismo en un país ya en guerra, el olvidado escritor aplica un peculiar modernismo provincianista a la par que universal al campo castellano, cayendo en la cuando menos aparente paradoja del universalimo anticosmopolita que defendiera a su vez Unamuno en su etapa primera, antes de pasar del “quijanismo al quijotismo” (Laín Entralgo).

Partiendo de la tesis sostenida por Pedro Salinas, para quien el escaso cultivo del Modernismo en España respondía a “una tramoya literaria para aislarse de la penosa realidad circunstancial” -en referencia a las pérdidas coloniales finiseculares- el presente trabajo explorará las circunstancias históricas e ideológicas que hicieron de Sánchez-Mazas uno de los escasos escritores que persistió apostando por el regeneracionismo modernista de raigambre clásica, tradicionalista y católica. Este escapismo italianizado quedó así plasmado, como se ejemplificará, en una novela bizantina (Rosa Krüger, 1936) sin alusión a la guerra civil en medio de cuyos fragores se compuso, un canto al poder salvífico de la belleza femenina homóloga a la de la Beatriz de Alighieri.

Si bien Unamuno predijo en Contra esto y aquello (1912) los tiempos evolutivos del movimiento vástago de Darío en la península, el binomio de eternismo y modernismo planteado por el filósofo no es antitético y confluye, de hecho, en la producción poética y novelística de Rafael Sánchez Mazas (1894-1966). Epítome de una deriva eternista desde de sus más tempranas producciones (Pequeñas memorias de Tarín, 1915) hasta los últimos coletazos del Modernismo en un país ya en guerra, el olvidado escritor aplica un peculiar modernismo provincianista a la par que universal al campo castellano, cayendo en la cuando menos aparente paradoja del universalimo anticosmopolita que defendiera a su vez Unamuno en su etapa primera, antes de pasar del “quijanismo al quijotismo” (Laín Entralgo).

Partiendo de la tesis sostenida por Pedro Salinas, para quien el escaso cultivo del Modernismo en España respondía a “una tramoya literaria para aislarse de la penosa realidad circunstancial” -en referencia a las pérdidas coloniales finiseculares- el presente trabajo explorará las circunstancias históricas e ideológicas que hicieron de Sánchez-Mazas uno de los escasos escritores que persistió apostando por el regeneracionismo modernista de raigambre clásica, tradicionalista y católica. Este escapismo italianizado quedó así plasmado, como se ejemplificará, en una novela bizantina (Rosa Krüger, 1936) sin alusión a la guerra civil en medio de cuyos fragores se compuso, un canto al poder salvífico de la belleza femenina homóloga a la de la Beatriz de Alighieri.

Brief Bio Note

Consuelo del Val. BA Modern Languages and Literature (German and English), Universidad Complutense de Madrid. MEd Teaching Spanish as a second language (Univ. Internacional de La Rioja). MA Spanish Literature (minor in Portuguese Lit.), Texas Tech University.

Keywords

Unamuno, Sánchez-Mazas, Falange, Dante, Beatriz, Modernismo, Quijote

Location

Morning Session 2 (PARB 227)

Presentation Year

April 2019

Start Date

4-11-2019 11:05 AM

Embargo

12-15-2018

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Apr 11th, 11:05 AM

Alonso Quijano y Beatriz. El universalismo eterno de Unamuno en la obra de Rafael Sánchez-Mazas

Morning Session 2 (PARB 227)

Si bien Unamuno predijo en Contra esto y aquello (1912) los tiempos evolutivos del movimiento vástago de Darío en la península, el binomio de eternismo y modernismo planteado por el filósofo no es antitético y confluye, de hecho, en la producción poética y novelística de Rafael Sánchez Mazas (1894-1966). Epítome de una deriva eternista desde de sus más tempranas producciones (Pequeñas memorias de Tarín, 1915) hasta los últimos coletazos del Modernismo en un país ya en guerra, el olvidado escritor aplica un peculiar modernismo provincianista a la par que universal al campo castellano, cayendo en la cuando menos aparente paradoja del universalimo anticosmopolita que defendiera a su vez Unamuno en su etapa primera, antes de pasar del “quijanismo al quijotismo” (Laín Entralgo).

Partiendo de la tesis sostenida por Pedro Salinas, para quien el escaso cultivo del Modernismo en España respondía a “una tramoya literaria para aislarse de la penosa realidad circunstancial” -en referencia a las pérdidas coloniales finiseculares- el presente trabajo explorará las circunstancias históricas e ideológicas que hicieron de Sánchez-Mazas uno de los escasos escritores que persistió apostando por el regeneracionismo modernista de raigambre clásica, tradicionalista y católica. Este escapismo italianizado quedó así plasmado, como se ejemplificará, en una novela bizantina (Rosa Krüger, 1936) sin alusión a la guerra civil en medio de cuyos fragores se compuso, un canto al poder salvífico de la belleza femenina homóloga a la de la Beatriz de Alighieri.

Si bien Unamuno predijo en Contra esto y aquello (1912) los tiempos evolutivos del movimiento vástago de Darío en la península, el binomio de eternismo y modernismo planteado por el filósofo no es antitético y confluye, de hecho, en la producción poética y novelística de Rafael Sánchez Mazas (1894-1966). Epítome de una deriva eternista desde de sus más tempranas producciones (Pequeñas memorias de Tarín, 1915) hasta los últimos coletazos del Modernismo en un país ya en guerra, el olvidado escritor aplica un peculiar modernismo provincianista a la par que universal al campo castellano, cayendo en la cuando menos aparente paradoja del universalimo anticosmopolita que defendiera a su vez Unamuno en su etapa primera, antes de pasar del “quijanismo al quijotismo” (Laín Entralgo).

Partiendo de la tesis sostenida por Pedro Salinas, para quien el escaso cultivo del Modernismo en España respondía a “una tramoya literaria para aislarse de la penosa realidad circunstancial” -en referencia a las pérdidas coloniales finiseculares- el presente trabajo explorará las circunstancias históricas e ideológicas que hicieron de Sánchez-Mazas uno de los escasos escritores que persistió apostando por el regeneracionismo modernista de raigambre clásica, tradicionalista y católica. Este escapismo italianizado quedó así plasmado, como se ejemplificará, en una novela bizantina (Rosa Krüger, 1936) sin alusión a la guerra civil en medio de cuyos fragores se compuso, un canto al poder salvífico de la belleza femenina homóloga a la de la Beatriz de Alighieri.